¿Tiene alguna Relevancia en el Divorcio que mi Pareja me haya sido infiel?
Muchos matrimonios o relaciones de pareja terminan rompiéndose por infidelidades de alguno de los miembros de la pareja. Las infidelidades son vistas en nuestra sociedad como algo moralmente reprobable, lo que lleva a muchos a pensar que puede tener alguna incidencia en el proceso de divorcio. ¿Pueden darme la custodia de los hijos si mi expareja me ha sido infiel? ¿Me puedo quedar con el piso solo por dicha infidelidad? Son algunas de las cuestiones que se plantean en nuestro despacho.
Para terminar con la confusión debemos dejar claro que el hecho de uno de los miembros de la pareja o matrimonio haya sido infiel no tiene absolutamente ningún tipo de relevancia en el divorcio. Esto es, no nos va a dar ningún tipo de ventaja o privilegio en el divorcio (ni tampoco lo contrario). De hecho, en el Juzgado de Familia ni tan siquiera nos van a dejar hablar del asunto.
Ello se debe a que actualmente en España los cónyuges pueden divorciarse y las parejas separarse en cualquier momento sin dar absolutamente ningún motivo. Podemos divorciarnos por la infidelidad de la pareja, porque estamos cansados de esa persona, o porque simplemente no nos hace felices, es irrelevante.
Es cierto que no siempre ha sido así. Anteriormente el Código Civil español regulaba una serie de causas por las que los matrimonios podían separarse, que era un paso previo al divorcio.
Las causas de separación estaban previstas en el artículo 82 del Código Civil, que establecía como causas de separación el abandono injustificado del hogar, la infidelidad conyugal, las injurias o vejaciones, el alcoholismo o la condena a pena de prisión de más de seis años, entre otras causas. Si concurría una causa de separación los cónyuges podían continuar con su vida por separado, y podían divorciarse tras un año ininterrumpido de cese efectivo de la convivencia.
Sin embargo, este régimen desapareció con la entrada en vigor de la Ley 15/2005, de 8 de julio, por la que se modifican el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de separación y divorcio.
Desde entonces los cónyuges pueden divorciarse o separarse sin alegar causa alguna. La infidelidad únicamente podría tener relevancia si, por ejemplo, la persona ajena al matrimonio resulta perjudicial para los hijos menores y el otro cónyuge no rompe el contacto con la misma. En ese caso se dificultaría que concedieran la custodia a dicho cónyuge, o podría reducirse el régimen de visitas. Lo mismo ocurre si el cónyuge infiel dejó en un segundo plano a sus hijos para estar con el/la amante. Más allá de esos supuestos, y de los casos en que se pretenda la nulidad eclesiástica del matrimonio, la infidelidad no tiene relevancia en el divorcio.
En LEGEM Abogados somos especialistas en Divorcios, por lo que estamos a su disposición para cualquier consulta que nos quiera plantear en nuestros despachos de Abogados de Cerdanyola del Vallès y Barcelona.